24 Mar Mejor en casa
Libres, plenas ,cruzando mares, llevando sonrisas..infinitas….
Ahora también desde casa; libera tu corazón aventurero, viaja hacia adentro. Quédate en casa y sigue sonriendo, conectándote con los otros y sobre todo, conectándote con vos.
En estos días estamos mejor en casa y si aparcamos la incertidumbre, podemos dedicar el tiempo a todo aquello que la rutina impedía. Hay un momento para ser activos, otro para recrearnos en la pausa que la vida nos impone.
Tiempo para pensar: un codiciado tesoro
No sé si estarás de acuerdo conmigo, quizás lo vivas de orma diferente, pero si algo he notado en mí mismo y en las personas que me rodean es que, con el paso del tiempo, se nos reducen esos momentos de desconexión para estar con nosotros mismos, para reflexionar, para no hacer nada.
Cada vez conozco a más personas que necesitan de ese tiempo, de momentos para contemplar la vida, para dejar que ésta, mediante todo lo que tiene por enseñarnos, les corte la respiración con su belleza
El placer de no hacer nada, ese dolce fer niente de los italianos, ha quedado reducido a cenizas con toda la tecnología que nos acompaña y con las obligaciones de los distintos roles: trabajador, padre, madre, amigo, etcétera.
Tener tiempo para pensar es lo más saludable que podríamos poseer y, sin embargo, lo menos común.
Haz caso a tu cuerpo
Tu cuerpo habla ¿lo sabías? Cuando necesitas desconectar y reflexionar te envía señales. Estar atento a ti mismo/a, ser más consciente de todas las sensaciones y actuar en consecuencia hará que puedas vivir de forma más saludable, desconectando más a menudo.
Sé egoista deliberadamente
Cuando queremos satisfacer a todos, no estamos satisfaciéndonos a nosotros mismos. Algo de egoísmo es necesario en todo esto, llena primero tu copa y después la de los demás. De lo contrario nunca podrás dar lo mejor de ti mismo al otro, sentirás que te debe algo que tú le has dado previamente.
Si eres un poco más egoísta, aprenderás a reconocer tu valor, a premiarte, a regalarte esos momentos tan necesarios. De esta forma, también podrás entregar tu mejor tú a los demás, un «yo» que no necesita nada, porque lo tiene todo, que no se siente en deuda, porque no siente que está sacrificando nada.
Quizás tengamos que dedicarnos a nosotros mismos un poco más de tiempo y espacio, un poco más de cariño… ¿Qué opinas?
Que tengas un gran día.
Sin comentarios